El IES La Florida en Oviedo ocupa una superficie de 5.315 m² distribuidos en dos plantas, además de una pista deportiva cubierta. El centro dispone de 12 aulas de ESO, 6 de Bachillerato, talleres y espacios comunes, gimnasio, zona de administración, salón de actos y una pequeña cafetería. El acceso peatonal al conjunto se realiza desde una esquina noreste de la parcela, la más urbana, estando el acceso de vehículos y la zona de estacionamiento por la zona sur de la parcela.El proyecto parte de la decisión de organizar el centro mediante paquetes programáticos, que agrupen usos diferenciados. La distribución se configura a través de un eje central en forma de espina de pez, que engloba las comunicaciones, tanto verticales como horizontales. Los espacios de planta baja (administración, aulas ESO, aulas Bachillerato, gimnasio, salón de actos,…) constituyen bloques autónomos que se suceden transversalmente y se abren a las orientaciones norte-sur generando una secuencia de patios abiertos y enlazados que articulan toda la superficie de la parcela. La planta primera se apoya sobre estas piezas y agrupa todas las aulas y talleres comunes. Esta disposición de las piezas permite circular de la misma manera en ambas plantas y la claridad de su esquema lineal contrasta con el carácter cambiante de los episodios espaciales que se van sucediendo al recorrerlo.A nivel constructivo el edificio, a partir de un esquema estructural sencillo y la utilización de sistemas constructivos en seco, busca crear espacios diáfanos y modulares, que permitirían futuras redistribuciones con gran facilidad. El revestimiento de las fachadas se resuelve en aluminio y policarbonato con diferentes configuraciones de huecos y protecciones solar atendiendo a las distintas orientaciones.NUEVOS MODOS DE EDUCAR. ESPACIOS DE APRENDIZAJEEl edificio pretende dar una respuesta contemporánea e innovadora en el campo de la arquitectura escolar, que en ocasiones queda limitada a soluciones convencionales y cerradas. Poco a poco las tradicionales aulas con la disposición de mesas y sillas orientadas en filas hacia la pizarra, que otorgaban todo el protagonismo al profesor, han ido convirtiéndose en espacios que facilitan que el alumno sea el protagonista de su propio aprendizaje, con zonas para el trabajo de investigación personal, para el trabajo en equipo y para exposiciones orales y debates. El edificio promueve y fomenta este nuevo modelo educativo. Así, las aulas se conciben como espacios flexibles capaces de unirse mediante la utilización de tabiques móviles y transformarse en “superaulas” permitiendo que las tres clases de un mismo ciclo puedan trabajar en el mismo proyecto. Las paredes se conciben como pizarras y, siguiendo la línea de David Thornburg, los espacios comunes, pasillos y zonas de paso, se conciben como espacios de aprendizaje, de modo que se extienda el espacio de las aulas, mediante la creación de tres espacios educativos polivalentes:-El fuego de campamento: zona dedicada a presentaciones y ponencias. Se trata de un pequeño anfiteatro para la narración de historias y la expresión artística. -El abrevadero: espacio dedicado al encuentro, a la socialización y al trabajo en equipo. Es un espacio caracterizado por el uso de mesas circulares para el trabajo en grupos y para disfrutar del tiempo libre y conversar.-La cueva: espacio para el trabajo individual, mediante la disposición de pufs o sofás, para lograr un ambiente agradable para la lectura y la investigación.EDIFICIO SOSTENIBLEEl edificio ha sido concebido y realizado como Edificio de Energía Casi Nula (EECN) para ser un referente de edificación sostenible, consiguiendo una Calificación de Eficiencia Energética TRIPLE A: calificación A en demanda de calefacción, A en emisiones de CO2, y A en consumo de energía primaria no renovable. Además, la nueva edificación ha obtenido la certificación VERDE NE-Equipamiento de 4 hojas, según los requerimientos establecidos por la Certificación VERDE (GBCe España).EDIFICIO ACCESIBILEEl Centro se proyecta de forma que pueda ser utilizado de forma autónoma por todas las personas bajo las premisas de Accesibilidad Universal y Diseño para Todos, con vocación de “no solo” dar cumplimiento a la normativa sino de aportar un valor añadido y elementos de innovación. Dentro de las aportaciones a la accesibilidad física, la de mayor importancia es la disposición de una rampa accesible que se desarrolla alrededor del Salón de Actos y que comunica ambas plantas del edificio, lo que hace que tanto la accesibilidad como la evacuación del edificio estén adaptadas y se puedan desarrollar de manera autónoma, superándose los preceptos normativos. Otro aspecto en el que el proyecto ha tenido especial atención es en la Accesibilidad Cognitiva de modo que se favorezca la autonomía de los niños en los desplazamientos, mediante directorios y criterios cromáticos que permiten identificar cada una de las zonas programáticas.