La propuesta resuelve un programa de oficinas en el desierto, introduciendo reflexiones sobre el paisaje, el sol, el clima o el horizonte.El vestíbulo, expresivo y lúdico, conforma la experiencia espacial del conjunto. Llenos y vacíos, luces y sombras, niveles y líneas, se suceden armoniosamente en busca de la belleza.El aparente desorden en planta de los bloques permite que desde cualquier punto se pueda disfrutar del horizonte, fomentando que los usuarios se identifiquen con el espectacular paisaje que introduce el mar y el desierto.La propuesta se apoya en una geometría sencilla que pretende racionalizar la construcción y aprovechar los recursos naturales. Se ha cuidado el diseño de las protecciones solares, tanto por la optimización energética como por la calidad de la iluminación interior del edificio, convirtiéndose en un elemento conformador de su identidad.