Casa Pituca está situada en la Ciudad vieja de A Coruña. Se trataba de un piso antiguo con una disposición original en un pasillo eterno al que se iban enganchando las distintas estancias de la casa. Nuestro planteamiento fue el contrario, eliminar los pasillos y concatenar espacios. Éstos se ordenan y matizan con unos techos muy especiales que le dan carácter al recinto a través de la luz que inunda sus cúpulas, que le dan un aire elegante, o como dirían sus propietarios asturianos: “pituco”. Sumamos a ese “pituquismo” una madera de nogal, gallega, tanto en los muebles empotrados como en las grandes puertas correderas que separan (o no) la zona de disfrute de la cocina o del dormitorio principal. Al fondo 2 estancias más, una para invitados y otra de estudio completan la propuesta de Casa Pituca, una búsqueda de la elegancia, que como indicaba Le Corbusier: "Es resultado de la geometría."