9HPP Marjades
Estruch Martorell+Estudi E. Torres Pujol+Ripoll Tizón
Premio A+ by Daikin al mejor Proyecto Under 40
Descripción del proyecto
Situado en el linde entre la zona de ensanche y el parque del Serral de ses Monges, coronado por el Monestir de Sant Pere y los antiguos molinos de viento, el edificio se sitúa en un solar entre medianeras con forma trapezoidal. Ambas fachadas disponen de calidades muy diferenciadas. Los espacios exteriores esculpen la forma del edificio con el fin de integrar los valores del entorno al proyecto. Orientada hacia las buenas vistas, la fachada principal genera un gran porche de acceso y relación entre vecinos. La parte posterior incorpora la forma oblicua del solar girando el edificio en busca de los rayos matutinos y las visuales lejanas. Así mismo, se aprovecha la diferencia de nivel entre la calle y el solar para crear un porche comunitario vinculado en el patio de manzana.Todas las viviendas funcionan de manera similar, estancias de medidas genéricas que pueden convertirse en salón, comedor o dormitorio, dejando a la elección de los usuarios donde situar cada estancia. En la franja central se sitúan los servicios como el núcleo de comunicación, los baños y las cocinas agrupando así la distribución vertical de las instalaciones. Las estancias están desfasadas entre sí con tal de generar diagonales que amplíen la percepción espacial de las viviendas, situando la cocina-comedor en el centro para poder acceder al resto de habitaciones. Los pilares toman una posición predominante, pueden ser rodeados y organizan el espacio a su alrededor a través de un sistema de puertas correderas que comunican o aíslan los dormitorios del resto de la casa.Con el objetivo de reducir la huella ambiental del edificio se opta por un lado por el uso de materiales locales y de bajo impacto ambiental como la cerámica, el marés, la madera, los morteros de cal y los aislamientos de algodón reciclado y corcho natural, reduciendo el uso del hormigón al mínimo. De la otra, se adoptan estrategias climáticas pasivas para reducir la demanda energética sin renunciar al confort. Las habitaciones de acceso a las viviendas disponen de un gran ventanal que permite captar calor en invierno y distribuirlo al resto de la vivienda o bien abrirse completamente en verano y funcionar como una habitación exterior. Además, suponen una superficie adicional para la vivienda que puede ser habitada de modos diversos dado su carácter ambiguo.La cerámica y la piedra de marés son dos materiales locales con una larga tradición constructiva en Mallorca. La principal complejidad radica en la combinación de los sistemas constructivos tradicionales con la construcción en seco y la industrialización. La cerámica conforma el grueso de la estructura del edificio mientras que la piedra de marés se reserva para los puntos singulares del proyecto como los pilares interiores y la fachada autoportante ligando el edificio con el paisaje construido de la isla. Los forjados prefabricados de madera se apoyan en los zunchos mediante pletinas metálicas pudiendo ser desmontados y reutilizados en un futuro. La recuperación y adaptación a las necesidades actuales de materiales y oficios tradicionales, permite construir edificios con un menor impacto ambiental y al mismo tiempo recuperar el imaginario colectivo de la sociedad.Cada habitación conforma una celda estructural. Muros de carga de ladrillo cerámico de 20cm de grosor recorren el perímetro de estas hasta el umbral de encuentro de las diferentes estancias, donde un pilar de piedra de marés de 40x40cm aparece y articula la unión entre estas, permitiendo ser rodeado por todas sus caras. Zunchos cerámicos rellenos de hormigón armado coronan los muros y ligan la estructura en cada planta. Sobre estos y mediante pletinas metálicas cuelgan los forjados prefabricados de viguetas y tablero estructural de madera, garantizando así la continuidad estructural del muro portante. La hoja exterior de la fachada se ejecuta mediante pilastras piedra de marés de 40x50cm y entrepaños de muro de piedra de marés de 10cm de grosor sobre un doble dintel de vigas tablón apoyadas entre pilastras que protegen las persianas alicantinas. El juego en el despiece de los diferentes elementos expresa el orden interno del edificio y liga la fachada con el pilar interior de marés.

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