Casa Cuña se inserta en las proximidades del núcleo de Santa Cruz en Oleiros. Se encuentra en un entorno ruidoso visualmente. Rodeado de un edificio de 12 plantas, de casas unifamiliares horrendas, pretenciosas y mal concebidas, en un parcela muy pequeña en forma de cuña , de esquina, todo era ruido. Nuestro planteamiento era, callarnos. Colocamos dos piezas, una encima de otra, pero ambas de un solo material (hormigón), con una geometría limpia y con pocos huecos, los justos. Abajo, el salón cocina comedor se orienta a un patio trasero generando su propio refugio. Arriba las habitaciones buscan vistas lejanas, al mar o a la vegetación. Un escalera concebida en dos partes une ambas piezas. Y ya está. Una casa silenciosa, insertada como una cuña en un sitio en el que la arquitectura no se si tiene otra cabida.