MEMORIA DE ARQUITECTURAPor encima de la plaza Kennedy en el barrio de Sarria-Sant Gervasi en Barcelona, en la misma parcela donde se encontraba el antiguo centro de primera acogida, se construye el nuevo equipamiento que incluye centro de día y centro nocturno con capacidad para acoger a 100 mujeres sin hogar.Recientemente los centros de acogida para personas sin hogar aún se entendían como equipamientos de emergencia que daban respuesta urgente a las necesidades básicas del mayor número de residentes. Actualmente el planteamiento ha cambiado centrándose en un trato más individualizado, acompañando a cada residente hacia los distintos recursos sociales, laborales, educativos y médicos, con el fin de poder reconstruir una vida autónoma.Desde esta perspectiva y entendiendo el centro como una primera puerta para la reinserción de estas mujeres en la sociedad, el proyecto persigue 3 objetivos:-GENERAR UN ESPACIO SEGUROUn lugar de acogida aislado de la ciudad que garantice la privacidad de los usuarios, mediante un jardín perimetral que actúe de filtro.-ESPACIOS DE SOCIALIZACIÓNEl proyecto se articula a través de porches, galerías, terrazas y espacios de reunión para fomentar la interacción entre los habitantes. Estos espacios intermedios permiten una apropiación libre por parte de los habitantes.-SENSACIÓN DE HOGAREl objetivo ha sido buscar al máximo la sensación de hogar y alejarse del aspecto de un equipamiento asistencial, mediante la calidez en los materiales interiores y una escala doméstica de los espacios.La volumetría está marcada por las necesidades del programa y por las separaciones en los límites de 8 m en la calle y de 5 m en los laterales y en el fondo. Es por eso por lo que el edificio se entiende como un elemento único, un prisma rectangular de unos 60 m de largo, 16 m de ancho, y altura máxima de 9 m subdividida en tres plantas. Sin embargo, este volumen, se vacía a veces, creando porches, terrazas u otros espacios exteriores que nos permitan crear un edificio extrovertido que mira de dentro hacia fuera.La organización funcional del centro se ha realizado por grandes paquetes programáticos que permiten un funcionamiento claro y simple tanto para los trabajadores del centro como para sus usuarios. Ambas escaleras funcionan a modo de espacios articuladores de las diferentes zonas del equipamiento.Gracias a una serie de estrategias pasivas, entre ellas un muy buen aislamiento, en parte debido a la madera, y los toldos proyectables que se regulan automáticamente en función de la temperatura e incidencia solar, conseguimos un edificio de consumo casi nulo con certificación Breeam Excelente. MEMORIA DE SOSTENIBILIDADEl Centro de primera acogida para mujeres sin hogar constituye un referente de arquitectura socialmente comprometida y ambientalmente responsable. La estrategia adoptada para el diseño del equipamiento se basa en la adopción de unos criterios de sostenibilidad que van mucho más allá de la eficiencia energética durante la fase de explotación, abarcando el impacto ambiental del edificio a lo largo de todo su ciclo de vida.La filosofía proyectual parte de un principio fundamental: la reducción de la demanda debe prevalecer por encima de cualquier otra consideración. Esta idea se aplica transversalmente a todas las categorías de la sostenibilidad, desde el consumo energético y de agua hasta la selección de materiales y la gestión operativa del edificio.Desde la fase de diseño se priorizó el uso de materiales sostenibles, naturales y locales, con bajo impacto ambiental. La construcción se realizó con una estructura ligera de madera laminada, complementada con aislamientos naturales y revestimientos de bajo impacto. Además, se emplearon materiales biosféricos y con Declaración Ambiental de Producto (EPD), garantizando una trazabilidad ambientalmente responsable a lo largo de su ciclo de vida. Esta elección no solo minimiza las emisiones incorporadas durante la construcción, sino que también permite una eventual reutilización o reciclaje de componentes, en línea con los principios de la economía circular.En cuanto a la eficiencia energética, el edificio está diseñado para reducir al máximo su demanda térmica. La envolvente presenta una baja transmitancia térmica, resultado de la combinación de madera estructural y aislamiento eficiente. El volumen general del edificio adopta una forma compacta, que reduce las pérdidas energéticas. A esto se suman sistemas pasivos como la ventilación cruzada natural y la iluminación natural optimizada, que reducen la necesidad de climatización e iluminación artificial. Para el control solar, se instalaron toldos proyectables con gestión centralizada, que permiten adaptar el sombreado a las condiciones de cada momento, mejorando el confort interior y reduciendo el uso de sistemas mecánicos.La gestión energética activa del edificio también ha sido contemplada con rigor. Se desarrollan jornadas de formación para los usuarios del centro, orientadas a fomentar un uso consciente y responsable de las instalaciones. Además, se elaboran informes energéticos mensuales, lo que permite un seguimiento continuo del comportamiento energético del edificio y facilita su optimización a medio y largo plazo.En el ámbito del ahorro de agua, se han incorporado sistemas de grifería y mecanismos de bajo consumo, se limita el uso de agua potable y se ha optado por una vegetación autóctona de bajo requerimiento hídrico en las zonas exteriores, reduciendo el riego al mínimo imprescindible.Gracias a todas estas medidas, el edificio ha alcanzado una calificación energética A y ha obtenido la certificación BREEAM Excelente, una de las más exigentes a nivel internacional en materia de sostenibilidad. Esta certificación evalúa un amplio conjunto de criterios agrupados en categorías como energía, agua, salud y bienestar, materiales, residuos, transporte, uso del suelo, ecología y gestión del proyecto.En resumen, el Centro de acogida de Vivas Arquitectos no solo responde a una necesidad social urgente con sensibilidad y dignidad, sino que lo hace bajo un enfoque ambientalmente riguroso, demostrando que la sostenibilidad no es una capa añadida al proyecto, sino el eje estructurador de todo el proceso arquitectónico.