La propuesta consiste en la rehabilitación integral del antiguo Hospital Materno de Lugo, edificio racionalista de los años 50, para convertirlo en el primer Centro Integral de Salud de Galicia. El proyecto hay que entenderlo desde dos puntos de vista: el urbano y el del propio edificio En cuanto al planteamiento urbano, la prioridad fue crear un espacio público cualificado, abierto a los ciudadanos, que crease y generase ciudad. Para ello se eliminan barreras visuales y físicas que existían con el muro y vallado, con el objetivo de abrir completamente ese espacio público al barrio y que se pueda usar independientemente del funcionamiento del centro de salud.Respecto al edificio, se busca respetar la esencia del edificio original, pero con la dificultad de conjugar este respeto con los nuevos usos de centro de salud. La estrategia consistió en abrir una serie de patios, a modo de vaciado en el volumen existente, para permitir no sólo meter luz natural a las zonas de espera, sino también para permitir las vistas hacia el exterior. Se ha respetado la esencia del edificio original, manteniendo ese claro lenguaje racionalista de repetición de huecos y el color blanco de la fachada. Se hace una renovación de toda la fachada, incorporando aislamiento térmico continuo por el exterior (SATE) y renovando las carpinterías, respetando al máximo la configuración de huecos original, en aras de buscar una buena eficiencia energética, conjugando el respeto de lo existente, sin olvidar el carácter moderno que debe tener toda actuación, incluso cuando se trata de rehabilitaciones.