'MAZARÍ'
endosdedos arquitectura
Premio A+ by Daikin al mejor proyecto de Arquitectura de Vivienda Plurifamiliar
Descripción del proyecto
Se conoce como 'MAZARÍ' tanto el material cerámico obtenido como al horno artesanal en el que se fabrica y cuya cocción se llega a extender durante una semana. Vélez-Málaga, denominada zona de interés artesanal por la Junta de Andalucía, mantiene 14 de estos tejares históricos cuya tradición se remonta al siglo XVI.La parcela se encuentra situada en una zona de crecimiento de la ciudad histórica hacia el norte, en el barrio del Molinillo, antiguo arrabal de huertas conventuales y alquerías medievales con presencia de arroyos y aliviaderos. A finales del siglo XIX toda el área es urbanizada mediante una retícula ortogonal siendo edificada con viviendas unifamiliares y casas de vecinos agrupadas en torno a un patio central. Las manzanas resultantes, algunas de gran dimensión, se agrupan en torno a un espacio libre central al que se abren los patios interiores de las viviendas generando, al interior, una segunda fachada.Las normas urbanísticas impedían un aprovechamiento mayor de la parcela al establecer una profundidad límite de edificación de 15 metros. Ese espacio baldío es transformado en un pequeño jardín interior y recogido, cuyos precedentes –vestigios de la construcción original- son visibles en los muros de cantería de las medianerías existentes. El edificio se distribuye en cuatro niveles albergando, además de las zonas comunes, dos viviendas el primero de ellos, otras tres el siguiente, y dos de mayor tamaño el penúltimo. El último nivel de cubierta alberga un solarium equipado con una pequeña piscina.La imagen exterior e interior del edificio se define mediante el empleo de material cerámico en múltiples formatos y acabados. La fachada principal se resuelve en fábrica de ladrillo macizo destonificado procedente de los alfares de Vélez-Málaga, marcándose con un llagueado horizontal en mortero de cal. La fachada está modulada en función del formato del ladrillo y de la celosía cerámica cuadradada empleada, de 15 x 15 x 7 cm, los cuales definen dimensiones de balconeras y protecciones solares. Estas últimas se fabrican con bastidores metálicos en los que se alojan las celosías cerámicas, siendo móviles a lo largo de las galerías sobre las que se apoyan. En su diseño y composición, la fachada principal pretende conectar visualmente con otros hitos de la zona construidos en el mismo material y en el que el ladrillo fue trabajado con una fuerte plasticidad: el Mercado de Salamanca, situado muy cerca, y las casas de la Avenida de la Rosaleda 3 y 4, del arquitecto Daniel Rubio o la antigua Casa de Socorro, de Guerrero-Strachan, todas de principios del siglo XX. Esa imagen neomudéjar caracteriza el barrio en fechas tempranas del siglo XX atendiendo al boom de la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929. Su lectura es aún visible.La fachada trasera se torna totalmente diferente, resolviéndose con una trama aparentemente desordenada de huecos y macizos –eco de las fachadas autoconstruidas del entorno- con carpinterías de color cerámico sobre un lienzo acabado con mortero de cal romano natural. Su imagen es mediterránea y festiva, generando un telón de fondo contemplativo para el patio-jardín.Al interior, los alicatados cerámicos grecados en colores naturales, ocres y azules en contraste con la solería de terrazo, muy habitual en las viviendas de la zona y la cerrajería de barandillas, sencilla y funcional, se completa con el uso de carpinterías en roble que aportan calidez y se complementan bien con el cromatismo global empleado.La elevada presión urbanística de la ciudad, que alcanza también al barrio, en el que la convivencia entre diferentes culturas y rentas comienza a verse afectada por la entrada de nuevos propietarios de mayor poder adquisitivo que están adquiriendo las pequeñas casas existentes para rehabilitarlas y usarlas para uso propio o destinarlas a la actividad turística en el mayor de los casos, está generando un problema añadido, que ya es general en la ciudad, al encarecer los precios y confiar en la imagen globalizada del ‘airbnb’ la reforma de estas casas que está despersonalizando y alterando el carácter de un barrio en su más amplia definición. Dado que el parcelario se ha visto muy alterado con el paso de las años debido entre otros, a la autoconstrucción, el edificio pretende integrarse a la vez que servir de referente visual para un barrio de marcado ambiente vecinal en el que, poco a poco, los residentes comienzan a sentirse enajenados de su entorno al perder las referencias e hitos visuales de su pasado.

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