A lo largo del espacio de la intervención se extiende una suerte de sustancia alba, en este caso leñosa que, a merced de los pilares existentes, descomprime el espacio y facilita la relación entre los usuarios de las alas este y oeste del edificio, antes desvinculadas. Esta configuración permite, además, albergar el resto de espacios comunes, tales como un office, unos nuevos aseos, un aula de formación y un espacio polivalente que se transforma mediante un tabique móvil, directamente vinculado a la terraza, orientada al muelle. La pieza central articula ese espacio fluido albergando todas las instalaciones. Se puede entender esta pieza como un mueble-máquina en el que se contienen todas las instalaciones entre ellas, y destacadamente, la de climatización. Así las instalaciones forman parte de la concepción del organismo organizador de toda la actuación, integrándose y formando parte de la materialización de la actuación.