El Tribut, nace como un restaurante que combina la tradición culinaria con la voluntad de recuperar oficios tradicionales. Además, quiere ser un homenaje al legado del modernismo en su afán de aglutinar oficios y artes plásticas. El reto era reunir técnicas de construcción tradicionales, algunas ya en desuso, con el objetivo de demostrar que aún hay espacio para construir con estos sistemas y que cumplen con todos los estándares actuales.