La parcela propuesta se ubica en una parcela casi plana en la zona sur de Arrasate-Mondragon, en un lugar bien ubicado respecto al núcleo urbano del municipio. La localización dentro la parcela del edificio le permite tener un buen soleamiento y vistas hacia el entorno circundante, características que se incorporan dentro del diseño de la edificación. La parcela en forma de U abierta configura un bloque poligonal de brazos irregulares y escalonados, con un patio interior privado, donde vuelcan las terrazas de casi la totalidad del edificio. El edificio consta de un bloque irregular de nueve alturas, compuesto por planta baja, ocho plantas y una planta ático; que a partir de la planta sexta hasta la planta octava, uno de sus brazos se retranquea a medida que adquiere altura haciendo una transición hasta la planta ático, la cual tiene una superficie menor que la mitad de la planta tipo, mucho más suave y equilibrada. Esta característica también permite generar unas amplias terrazas a lo largo del retranqueo entre plantas.En la planta baja, aparte de tener vivienda dispone de un equipamiento municipal y un equipamiento comercial, así como una serie de zonas comunitarias como un bicicletero, un gimnasio y un local gourmet. Desde la planta baja se puede acceder a la urbanización, la cual consta de una serie de zonas verdes, con bicicleteros, zonas de asiento y recreación y un parque infantil. Además, la propuesta se organiza en tres plantas bajo rasante en las que se sitúan 242 plazas de aparcamiento.De manera general, las viviendas son de tipo pasante, con una distribución de dos viviendas por núcleo de comunicaciones, la cual potencia un buen soleamiento, ventilación y vistas al entorno. Este esquema de planta queda desvirtuado en las esquinas de la U y en uno de los brazos del bloque poligonal, debido a que se generan tipologías especiales en esquina con núcleos de comunicaciones que dan servicio a tres y cuatro viviendas en esas zonas.En cuanto a la materialidad del bloque se ha buscado en todo momento potenciar la desfragmentación de las esquinas, a través de terrazas trapezoidales que varían en altura y que generan luces y sombras según las diferentes alturas. La colorimetría es otro aspecto a destacar en el proyecto, en la búsqueda de la neutralidad de las fachadas ventiladas de hormigón polímero, de color blanco, a modo de un gran iceberg; en contraste con las terrazas y carpinterías de color cobrizo con el empleo de chapa perforada.En la urbanización completa la propuesta mediante una plataforma, que permite situar las viviendas de planta baja más elevadas con la intencionalidad de garantizar la privacidad.