La nueva biblioteca del Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia devuelve el protagonismo a los libros. Hasta entonces se encontraban escondidos en armarios, ocultos detrás de sus puertas opacas. Incluso el valioso fondo de libros antiguos se ubicaba en un espacio cerrado, independiente, en el centro de la sala, con acceso restringido y sin visibilidad. El encargo solicitaba no sólo renovar la imagen de la biblioteca, sino adecuarla a un nuevo concepto de biblioteca, más dinámica y que pudiese albergar otros usos. Toda la intervención se articula alrededor de 5 estrategias que proponen una biblioteca flexible, más cálida y abierta.REINTERPRETAREl proyecto habilita la planta 6 del edificio del Colegio, reinterpretando el magnífico inmueble original, construido en 1965 y reconocido en el DOCOMOMO ibérico. La nueva biblioteca se inspira en los materiales originales del edificio: los revestimientos de madera, el acero estructural, el pavimento pétreo o los textiles voluminosos. También mira a los colores primarios del movimiento moderno le corbuseriano utilizados en el edificio: el rojo, el negro y el blanco. Los materiales en la nueva biblioteca son los mismos pero reinterpretados. El acero rojo original pasa a negro en los pilares y a blanco en el mobiliario; la madera de listones de revestimiento se laca en blanco, el pavimento de mármol se convierte en vinilo conservando la gama de colores, el textil se mantiene en negro para los asientos y se transforma en rojo para las cortinas delimitadoras de espacios.PARTICIPACIÓNJunto con la transformación física del espacio, el Colegio puso en marcha un proceso de dinamización y participación de los colegiados. De este proceso, con encuestas, mesas de trabajo y grupo motor, se solicitó un espacio flexible, que pudiese albergar presentaciones de libros, cursos, talleres… más allá de la consulta de libros. También se acordó crear un espacio infantil, que permitiese la conciliación de las personas colegiadas. FLEXIBILIDADLos elementos fijos se llevan al perímetro: el punto de control, el almacén-aseo, la jardinera, la grada, y las estanterías librerías. Además, estos se utilizan para regularizar la planta trapezoidal original, con una zona junto al acceso más abierta y dinámica y una hacia el patio de manzana más recogida para la consulta y estudio. Los muebles (mesas, el punto de consulta, la escalera, y el mobiliario infantil) se conciben como artilugios móviles sobre ruedas que permiten diferentes configuraciones del espacio. Un juego de cortinas posibilita crear distintos ambientes, separar usos y conformar los espacios flexibles solicitados.El material de acabado también explica la flexibilidad. La madera de pino, enlistonada y lacada en blanco para los elementos fijos del perímetro. En cambio, para el mobiliario móvil se utiliza el tablero contrachapado de abedul más cálida. Finalmente, las cortinas, con un ondulado marcado, se materializan en un rojo intenso que genera un imponente telón de fondo cuando están desplegadas.SIEMPRE VERDEUna gran jardinera que da la bienvenida a la biblioteca, se convierte en la fachada del nuevo espacio, vinculado al vestíbulo de acceso por una gran cristalera. Además, por la posición y forma empleadas, mientras hace de escaparate al núcleo de comunicaciones, sirve de telón de fondo para los bibliotecarios desde su puesto de control y atención con los beneficios para la salud física y mental de las personas usuarias a su alrededor. Alocasias, Pothos, Zamioculcas, diferentes especies de Ficus y una Monstera Deliciosa configuran esta jardinera de entrada a la biblioteca.TODAS LAS ESCALASEn la nueva biblioteca se interviene en distintas escalas, diseñando y proyectando en todas ellas. La escala de la arquitectura, imaginando los distintos espacios, organizando los volúmenes, experimentando la flexibilidad, configurando las diferentes posibilidades de uso y ocupación de las estancias. La escala intermedia, del cuerpo, que se trabaja desde el mobiliario tanto fijo (con el diseño del mostrador, la vitrina de novedades y la de los libros antiguos, la grada o las estanterías librerías que recorren todo el perímetro), como móvil (se diseñan las mesas, la escalera para llegar a los estantes más altos, los módulos infantiles, el mueble de consulta y las mesas plegables). Por último, se llega al diseño de la pequeña escala, la de los objetos. Vinculado al uso de la biblioteca, se crea un sistema de identificación y señalización de las distintas secciones de libros y de sus materias, expositores, apoya-libros, rotulaciones se conforman con una chapa de acero roja plegada.A través de estas cinco herramientas, la nueva biblioteca del Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia, posibilita un nuevo polo cultural en el edificio, generando un diálogo con la sede original en el que se inserta, y experimenta con nuevos arquetipos que miran al futuro de las bibliotecas.